martes, 29 de abril de 2008

¿Cómo soñamos a nuestro hijo?

Seguramente todo padre tiene para su hijo un fabuloso sueño. Seguramente todos los Padres del mundo responderían que buscan que sus hijos sean felices. Recientemente he sido testigo de muchas charlas donde los padres ponen todo el énfasis en ver a sus hijos dirigiendo megaempresas, liderando la política, como grandes médicos, famosos deportistas. He visto estos padres luchando como Don Quijote contra los molinos de viento en busca de estos objetivos. En muchos de estos casos, aprecié un total desacuerdo con las personas a las que ellos mismos delegaron la tarea formativa, en pos de la felicidad, el bien, la verdad. Surge entonces la duda sobre el modo en que comenzó el apasionante desafío de la educación de los hijos, tarea que se inicia cuando se constituye el matrimonio.

¿Sabían lo que buscaban?

¿Tenían claro cuál era el objetivo?

¿Se aseguraron de que todos los involucrados en el proceso formativo estaban de acuerdo en como se iban a realizar las cosas?

Tal vez formularon acuerdo sobre la base de conceptos y paradigmas profundamente distintos.

Solo como ejemplo: La palabra felicidad puede traducirse de distintas maneras, happiness, etc etc..., en realidad la lengua que se utilice no genera discusión. Pero el ambiente en que nos movemos , el ambiente en el que se desempeña nuestro hijo, nuestros logros e incluso nuestras frustraciones, pueden cambiar sensiblemente el significado de la palabra felicidad. Debiéramos ponernos de acuerdo en algunos conceptos, antes de actuar. Esta es la base del diálogo y el entendimiento, comprender aquello que los demás dicen, para poder saber si cuando acordamos un objetivo y lo definimos, estamos hablando de lo mismo. No sea, que al llegar a mitad de camino nos demos cuenta de que tomamos rumbos distintos.

La Verdad, la Felicidad, la Familia, el Amor, la Esperanza, el triunfo, el fracaso. Estas palabras son mucho más que eso, son ejes que pueden lograr unirnos en torno al logro del objetivo o pueden distanciarnos tanto que seamos islotes luchando en soledad, en la soledad de la nueva Babel del Siglo XXI.

Recientemente, en su visita a los Estados Unidos, el Papa abordó el tema de la verdad y su relación con la Fe. Recomiendo la lectura de algunos documentos de la Iglesia. (Gaudium et Spes, Fides et Ratio, Deus Caritas est, Spe Salvi). Animo a todos a buscar puntos de contacto, denominadores comunes que nos ayuden a consolidar una sociedad fundada en la verdad y que busque la felicidad. J.Ch.

Link relacionado: http://es.youtube.com/watch?v=HZWQlqD3Afs&feature=related