domingo, 25 de mayo de 2008

Republica, situación y esperanza.


Hoy coincide en nuestra patria, la fiesta de Corpus Christi con el aniversario de la Revolución de Mayo.

Si reconocemos que el mundo está regido por la Providencia Divina, podríamos tomar este hecho como una oportunidad que Dios nos está dando.

Este tiempo que vivimos, es un tiempo de preocupación, desde los sectores del poder se ha venido cuestionando la verdad sobre la familia, sobre el hombre, y por supuesto la verdad sobre Dios.

Hemos visto como se aprobaron leyes que promueven desordenes severísimos en la trama social, el aborto, un crimen, se trató en los últimos tiempos con menos preocupación que los aumentos de precios, las constantes agresiones a la familia, fueron cuestionadas por unos pocos que inmediatamente fueron silenciados, las coimas se hicieron moneda corriente. Se ofendió la ley y la justicia, mientras unos ciudadanos son sometidos a juicios, y declarados culpables públicamente antes del fallo, otros circulan por las calles impunemente y se muestran en los medios de comunicación sin que nadie juzgue sus crímenes. Las calles son propiedad de la delincuencia. La salud y la educación son bienes para pocos y además han sido trastocados para servir al poder de turno y su ideología, despreciando los derechos de la persona.

Nos hemos ido convirtiendo en una sociedad donde todo es mercancía, y este parece ser el único valor de las cosas...

Nuestro país se ve envuelto en una situación, estado de cosas que paraliza y hace que cada uno se vea imposibilitado de salir, de encontrar un camino de esperanza.

Pero esta situación no es permanente, en la historia de la humanidad ya ha habido casos similares y finalmente hubo salida.


Debemos pensar en nuestra historia, y reconocer nuestros valores Familia, Verdad sobre la persona y su dignidad, respeto a la autoridad, la Patria y sus símbolos.

Tal vez hoy se esté dando comienzo al resurgir de La Republica, donde el bien común y el ciudadano, sean respetados y la autoridad haga lo que debe hacer, servir y no ser servido.
Tal vez hoy comience un nuevo tiempo en La Republica Argentina, donde la Familia sea respetada y retome su lugar.
Tal vez hoy palabras como Dios, prójimo, respeto, trabajo, verdad, bien, esperanza, recuperen el sentido que otros le robaron.

Un filósofo contemporáneo ha escrito sobre la situación polaca antes de la caída del muro, observó que la solidaridad fue el camino que cambió la situación.

No se trató de una acción solidaria simplemente, no fue una respuesta asistencialista, sino de una respuesta en la sociedad polaca que venció el estado de miedo y delación y lo cambió por la Esperanza y la Caridad.

Estas dos son virtudes cristianas que como sabemos proceden de Dios, y es El quien nos ama y desea nuestro bien.

No dudemos entonces en ver los signos que utiliza el Señor para sacarnos de la situaciones que nos perjudican y nos alejan de su plan.

Sería un error no ver estas señales, pero también sería equivocado creer que la respuesta que hoy se ha dado es suficiente.

La Republica se construye día a día, es necesario recuperar nuestros valores y transmitirlos, el comienzo es la familia.


Sabemos que solo unidos al Resucitado es posible alcanzar la salvación, y esta unión la hace posible al haberse escondido bajo la apariencia del pan y del vino.

En esta fiesta de Corpus Christi , llamo a todos a volver la mirada al Señor de la historia, porque es en la historia donde se marca la acción de las personas.


J.CH

25/05/2008