sábado, 7 de junio de 2008

Al encuentro del otro


En los tiempos que corren, los padres nos preguntamos como hacer para educar mejor a nuestros hijos.

Buscamos que nuestros hijos tengan acceso a los mejores bienes y servicios que ofrece el mundo moderno.

Deseamos hijos exitosos, según parece, el éxito es parte del camino a la felicidad y el mundo lo explica en relación a los logros obtenidos por encima de los demás.

¿Será esto cierto?

La propuesta que propongo es distinta, crecer en la virtud de la caridad, practicando la solidaridad en familia.Dar a los hijos solidez y confianza, generosidad y fortaleza.

Comenzar por escuchar al otro, proponer sin imponer, buscar convencer con el testimonio de cada día, tratando de superar los obstáculos a la comunicación en de la familia.

La principal barrera es el poco tiempo que dedicamos a nuestras familias con la buena intención de conseguir todo lo que necesita. Y el bien más preciado es el tiempo, ese tiempo que se esfuma.

El tiempo compartido es más valioso y si podemos planificar un momento para vivir y compartir un tiempo solidario, ese valor es incalculable.

Creatividad, innovación, eso que se pide en el mundo competitivo, es lo que necesitamos los padres.

La vida de la Madre Teresa, quien lo dió todo y obtuvo mucho más, puede ser útil como recurso para motivar una conversación en una sobremesa familiar, pero las acciones surgen de cada familia.

http://es.youtube.com/watch?v=rGrwGpK3OJk&feature=related


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